En el frenopático acabaremos varios de nosotros, la fonética de la palabra nos acerca a ese lugar y cito a Silvina:
Luchar por sobrevivir en este frenopático no fue fácil. La mayoría de los dementes eran tan inteligentes como obsesionados con la sangre y la muerte. No sé como conseguí esquivar la guadaña que esperaba en cada esquina del manicomio. Tres o cuatro años después de entrar, pude salir, con tan solo dos cicatrices por intento de homicidio y cuatro por intento de suicidio.
El frenopático. Un programa de música neutra.