A la madrugada sentí un quejido que venía de la cuna de Martín. Me despertó pero no le di mucha importancia. A los segundos me levanto asustado y me voy a ver la cuna. Estaba el bebé ahorcándose a si mismo con la sábana. Lo saqué delicadamente y dio una gigante bocanada de aire. Pudo ser mí peor pesadilla.
jueves, 3 de octubre de 2019
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