lunes, 19 de noviembre de 2012

Un salto

Desde hace meses sé que debo dar un paso al frente. Ayer dí un abrupto salto. Realmente no se la dirección en la que salté. Ahora quizás esté a mitad de camino. El problema es que no se cuanto dolerá el golpe ni si será fuerte el estruendo. Por lo que siento, es un triple salto mortal y no hay red.
Solo yo, y el mundo otra vez desafiandome a luchar batallas perdidas. El pasado que resurge, cual ave fenix desde las cenizas, personas que reaparecen, personas que me queman, que alegran, otras que hacen daño.
Olor a playa en su piel, fragancia a Norte Argentino, recuerdos de Chile y algunas cosas de Capital Federal.
Zapatos, cremas, rojo, besos suaves y apasionados, aunque siempre según la ocasión, su madre no me quiere porque yo no la quiero, chispa, intensidad, extrema suceptibilidad.
Confusión. Incertidumbre. Lágrimas, muchas lágrimas.
Porteña y lejana. Padres tucumanos. Confidente y amiga. Secretos compartidos. Viajes.
Rulos, experiencia, sabiduría, hijo que no pudo ser, sufrir y amor destruído.
Inteligente, bella, alta, flaca, modelo, tiempo, mucho tiempo, ternura y buena cocinera, lujuria, hasta olvidandonos de respirar.
Pasión, dulzura, proyectos, poesía, verdadero amor. Locura hasta los extremos.

Trabajo, mucho trabajo, cansancio, dinero mal invertido y despilfarrado todo el tiempo. Unos proyectos terminan, otros dan vuelta en mi cabeza. Ya veremos.